viernes, 13 de diciembre de 2013

Retos y cambios del enfoque de competencias

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Principales retos y cambios a emprender en la formación educativa al incorporar la educación basada en competencias

Introducción
La educación basada en competencias se ha descrito en múltiples foros como una innovación que sustituye la educación tradicional y subsana todos los malestares de ésta y de la mayoría de las propuestas educativas. Cuando México escucha esta afirmación, cierra sus ojos, y sin mayor análisis decide que ésa es la tendencia educativa que va a implantar en el país, convirtiéndola en un Enfoque, debido al gran número de personas a las que va dirigida.1.
No hubo mayor análisis, simplemente se consideraron los requisitos que debe cubrir un empleado en el mercado laboral globalizado, y los índices de desempeño de México en la prueba de PISA en 2006. (4) Debido a esto y a que la tendencia de las competencias no había sido plenamente desarrollada, y mucho menos probada en la práctica, hay una confusión generalizada tanto entre los teóricos de la educación, lingüística, sociología, psicología, filosofía, etc. como entre los encargados de dictar las políticas para ponerla en práctica y aquellos que la viven a diario en sus instituciones y aulas. Sergio Tobón aclara que el Enfoque de competencias no es un modelo pedagógico, pues no pretende ser una representación ideal de todo el proceso educativo. 2
Si bien el enfoque de competencias podría cumplir con su cometido, es necesario reducir la distancia entre las propuestas teóricas (que adicionalmente no convencen a todos) y el proceso y/o metodología para ponerlas en práctica (que no está clarificado). (1) Aunado a esto, es requisito indispensable convencer a los actores educativos de la conveniencia y alcance de este enfoque, en vez de imponerlo de una manera dictatorial, mediante un perfil básico de egreso, un Sistema Nacional de Bachillerato, y una Reforma Integral de la Educación (principalmente la Media Superior). (5)





Clarificación
Ahora bien, ¿a qué nos referimos con el enfoque de competencias? A una orientación educativa que “focaliza su atención en aspectos específicos de la docencia, del aprendizaje y de la evaluación, tales como: integración de conocimientos, los procesos cognoscitivos, las habilidades, los valores en el desempeño ante actividades y problemas; la construcción de programas de formación acorde con los requerimientos disciplinares, investigativos, profesionales, sociales, ambientales y laborales del contexto; y la orientación de la educación por medio de estándares e indicadores de calidad en todos sus procesos”2
De lo anterior deseo resaltar la novedad de la importancia de la “formación integral” de las personas, incluyendo valores, conducta, actitudes, así como la consideración del contexto en el que se desenvuelve la persona.3
También, el enfoque centralizado en las acciones de docencia, que deben ser desarrolladas casi a partir de cero, es decir, no hay un camino ya trazado, sino que es necesario innovar, crear.
Finalmente, un reto importante es la orientación hacia lo calidad, medida ¡con indicadores y estándares! Sabemos que aún no hay un instrumento que evalúe la honestidad, la empatía, lo que obliga al docente con enfoque de competencias a desarrollar bloques de aprendizaje cuya evaluación muestre los rasgos de carácter de un estudiante, lo cual resulta muy difícil, aunado a la presión de cubrir un programa, luchar contra el tiempo, y sobre todo, romper con lo que se aprendió y siempre ha hecho.

Argumentación
Entonces, ¿cuál sería el camino a seguir? Mi propuesta es que este cambio a competencias debería empezar en la punta de la pirámide política, seguir con la clase industrial, continuar con la sociedad en general, y concluir en las aulas.
Lo anterior tendría por objetivo trasformar la mentalidad de todos los participantes hacia la perspectiva de educación (o crecimiento) integral. La élite política debe considerar tanto el desarrollo humano como el escolar a la hora de proponer cambios en las directrices gubernamentales educativas,  y visualizar la educación como un proyecto a largo plazo y apolítico, y sobre todo promover una actitud de aceptación de los cambios que esto conlleva, para el Gobierno y para los gobernados.
En segundo término, los industriales deberían favorecer la contratación de egresados que además de ser competentes laboralmente, también se distingan por sus cualidades y valores humanísticos.
Por su parte, la sociedad también debe tolerar el cambio, generar la cultura de auto-desarrollo y activa participación de los estudiantes en su formación integral, y así favorecer la independencia y la responsabilidad en los mismos.
Por lo que se refiere a los docentes, el primer reto del enfoque de competencias es romper la inercia, después se debe acordar o determinar cómo aterrizar las competencias en un plan de estudios y finalmente trabajar arduamente tanto en la tolerancia y aceptación del cambio, como en la aceptación y apropiación de la necesidad de que realicen ese gran esfuerzo adicional que el enfoque de competencias requiere para llevarse a cabo con éxito (nuevos conocimientos, estrategias de enseñanza, nueva metodología de evaluación, mayor compromiso, pensamiento lateral, toma de decisiones, desarrollo de materiales didácticos, cambios al programa, desarrollo humano y personal del alumno…).
Ahora, llegamos al estudiante, anteriormente un pasivo receptor de la “sabiduría” del docente, que ahora debe asumir su responsabilidad en el proceso de aprendizaje, y convertirse en el protagonista y director de su propio crecimiento y formación integral.
En todos estos casos, el mayor reto es la tolerancia al cambio, el adquirir una nueva actitud de responsabilidad y toma de decisiones, así como una conducta proactiva en todos los contextos en los que se desenvuelve.

Objeciones
Los detractores políticos, industriales y sociales de este enfoque, argumentan que el dinero es el indicador más importante en todas las actividades políticas, sociales y educativas, y que éste sólo puede provenir de las capacidades académicas del sistema educativo (o las tranzas). De esta manera eliminan la importancia de formar la “calidad humana”, sólo manejan números, calificaciones, contenidos, pero esto se contradice solo, ya que el ser humano no sólo es razón, es sentimiento, voluntad, deseo. Negarlo es negar el propio SER.
Los docentes sin vocación se escudan contra el cambio argumentando que el Enfoque de competencias es temporal, sin embargo, en 2012 hubo cambio de presidente e incluso de partido político gobernante, y el enfoque de competencias prevaleció. Los docentes con vocación desean el cambio, para así darle sentido a su labor, sin embargo no saben qué hacer. Al respecto,  el momento histórico sugiere que se podría dar una negociación entre los docentes y el Gobierno, si ambos proponen beneficios mutuos, y compromisos bilaterales. Por ejemplo, el Gobierno debe brindar capacitación especializada en competencias, y ofrecer mecanismos para resolver las dudas operativas de los docentes al planear sus lecciones, al planear la evaluación de competencias. Debe evitar imponer estrategias, debe ofrecer apoyo. Por su parte, los docentes deberán probar sus conocimientos, demostrar que tienen vocación y competencias docentes, así como interés en su labor y valores que enseñar.
En cuanto a la sociedad, constituida por los padres de familia, deberán dejar de criticar el sistema educativo y proporcionarle a sus hijos la libertad responsable de desarrollarse integral y activamente.

Conclusión
El enfoque de competencias brinda un interés por el desarrollo integral de los estudiantes, les asigna una responsabilidad activa en el logro de ese objetivo, y representa una revolución laboral a los docentes, pues deben apropiarse de la teoría del enfoque por competencias, y desarrollar las estrategias para la nueva manera de enseñar. Por su parte, las autoridades, empresas y la sociedad deben modificar su actitud y tolerar el cambio, que es lo único permanente.



Bibliografía
1. DÍAZ BARRIGA, Angel, (2006) “El enfoque de competencias en la educación. ¿Una alternativa o un disfraz de cambio?”, en Perfiles educativos,  vol.  XXVIII, núm. 111, pp. 7-36
2. TOBÓN, Sergio, (2006) “Aspectos básicos de la formación basada en competencias”, Proyecto Mesesup, Taka, 2006 p.1
3. LATAPÍ SARRÉ, Pablo; (     ) Conferencia “Una buena educación, reflexiones sobre la calidad” Veracruz. http://www.cid.edu.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=85:pablo-latapi-recuperar-la-esperanza-en-la-investigacion-educativa&catid=55:videoconferencias&Itemid=92
SEP, Josefina Vázquez Mota, anunció varias “acciones prioritarias” para revertir esa tendencia...
Tras los resultados de (México en) 2006, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación … refirió que el rendimiento obtenido “muestra que (en) el sistema educativo mexicano … muchos jóvenes no están siendo preparados para una vida fructífera en la sociedad actual y que los alumnos de mejores resultados no están desarrollando las competencias que se requieren para ocupar puestos de alto nivel en los diversos ámbitos de la sociedad” http://www.jornada.unam.mx/2008/12/14/index.php?section=sociedad&article=037n1soc
5. Diario Oficial, 21de julio de 2008 “Acuerdos de Competencia Alumnos” estrategia 13.1 (competencias didácticas de los profesores).


viernes, 6 de diciembre de 2013

Las preguntas de Tobón

“Las preguntas de Tobón, Pimienta y García Fraile”

La actividad a realizar es responder a siete preguntas planteadas por estos tres autores en el libro Secuencias didácticas. Aprendizaje y evaluación de las competencias, Capítulo IV, titulado “La evaluación de competencias como ejercicio de valoración”.  Esto debo hacerlo desde mi perspectiva y experiencia personal.  Además debo opinar respecto a seis variables que influyen en el proceso de evaluación.
La primera pregunta es: ¿Qué es formar y qué es evaluar las competencias?
Formar a una persona es educarla de manera integral, no sólo los aspectos académicos, sino todos los aspectos que requiere para ser una mejor persona, y una persona feliz. Incluye la adquisición de conocimientos, pero también una correcta socialización y pertenecía a la sociedad, una búsqueda personal de alcanzar la perfección en cuanto a hábitos, conductas, virtudes, aspiraciones, un grado de espiritualidad, la sabiduría para ser feliz, elegir ser feliz.
Evaluar las competencias, desligado de la primera parte de la pregunta, y siendo respetuosa de la sintaxis, se referiría a determinar cuáles competencias son adecuadas y cuáles no. Sin ser tan exigente en la redacción, entiendo que es identificar en qué grado una persona está adquiriendo determinadas competencias. Antes de leer  el texto podría decir que es casi imposible, que requiere de mucha habilidad, o tal vez un poco de sencillez creativa.
Al unir las dos partes de la primera pregunta obtengo, probablemente, la verdadera pregunta: la evaluación de competencias debe medir el grado de formación de una persona, estudiante o no, pues todos estamos “formándonos” todo el tiempo, perfeccionando algunas características personales, y cayendo en uno o más vicios que hay que superar. Aquí tengo que declarar que no hay manera de evaluar la formación, pues está directamente ligada a nuestro proyecto de vida y objetivos personales, a nuestras elecciones.

La segunda pregunta es ¿Cómo asumir la evaluación de las competencias dentro del proceso de formación integral de la persona?
El artículo señala que se debe optar por una valoración que permita saber qué grado de competencia desarrolla el alumno, su crecimiento personal, ético, adecuado a su contexto, necesidades, fortalezas, inteligencias, cultura, en vistas a lograr su autorrealización.
En lo personal encuentro la propuesta demasiado bella, pero también demasiado ambiciosa. Esa evaluación debería realizarla cada individuo en lo particular, ciertamente con la ayuda de instrumentos que se lo facilitar (es más, yo quiero llevarla a cabo en mí), pero de eso a que una evaluación de competencias se realice en un entorno escolar, creo que resultaría en una seria intromisión en la privacidad de los alumnos, además de imposible en grupos numerosos.
Lo que propongo rescatar de la propuesta implícita en la pregunta es, sí, incluir al estudiante en la selección de competencias a evaluar, y brindarle una retroalimentación lo más objetiva posible, en todos los ámbitos que haya seleccionado el estudiante, siempre y cuando sea posible diseñar medios para identificar el desarrollo de las competencias elegidas.

La pregunta tres es ¿Cómo orientar la evaluación de competencias para que no se limite a responder pruebas escritas?
Regresando a mi expresión de “sencillez creativa”, con la que englobo múltiples ejercicios a desarrollar que deben mostrar fehacientemente que el alumno primero se apropió de la teoría y que, para la resolución de un problema, utiliza correctamente lo aprendido y logra el objetivo. Si además lo resuelve “superando las expectativas” recibe mejor evaluación que si sólo lo resuelve y no aprueba si se paraliza y no reacciona, o si no da señales de haberse apropiado los conocimientos necesarios para solucionar el conflicto. En pocas palabras, y con ayuda del texto, propongo el uso de casos, portafolios, solución de problemas, incluso psicodramas e improvisaciones. Requiere del diseño de indicadores de desempeño claros.

La pregunta cuatro es ¿Cómo evitar que se oriente la evaluación de competencias sólo desde lo que valora y quiere el mercado laboral, sin considerar los retos personales, sociales, culturales y políticos?
Creo que se necesitaría elaborar instrumentos de evaluación personalizados e individuales, además de incluir la participación del interesado, ya que el deseo de romper con los “modelos” impuestos por una comunidad es individual. Habrá quien desee obtener fama, obtener un trabajo muy bien remunerado, etc., y habrá otros que deseen alcanzar metas más sublimes, como su perfeccionamiento espiritual, superar retos, crecimiento personal, lo cual requiere mucho valor y perseverancia. Ahora, sin tanta filosofía, cada escuela puede ofrecer un paradigma educativo, y el estudiante puede optar por uno u otro de acuerdo a sus intereses. Eso sí, en México no sé quién pueda enfrentarse a la SEP… sólo las escuelas de artes libres, las Universidades autónomas, y aquellos estudios que no tienen reconocimiento oficial.
Ahora bien, también es función del docente incentivar ese tipo de pensamiento reflexivo en sus estudiantes y aplicarlo (aunque sea) en su aula.

La pregunta cinco es ¿Cómo evaluar el saber ser, el saber hacer y el saber conocer en las competencias? “Por sus obras los conoceréis…” si un estudiante da pruebas conductuales de estar desarrollando una mejor ¿personalidad, entendida como la suma de sus cualidades y búsqueda de la eliminación de limitaciones, vicios y defectos?; desarrollando una forma asertiva, empática y justa manera de resolver problemas y conflictos, entonces podemos afirmar que sabe ser.
El saber hacer me parece que es más fácil, pues un diseño de actividades a realizar nos puede demostrar si alguien puede aplicar la teoría a un caso práctico. Casi toda la propuesta de las competencias hace referencia a esta habilidad.
El saber conocer me remite a la metacognición, es decir, cuando el estudiante es consciente de cómo aprende y qué estrategias debe utilizar en diferentes casos. Así, la evaluación va a ser subjetiva, pues el estudiante deberá autoevaluarse y compartir con los demás su sistema de aprendizaje, así como la elección de los criterios que hacen un conocimiento significativo y valioso.

La sexta pregunta es ¿Cómo evaluar las competencias para trascender el énfasis que todavía se pone sobre la evaluación de contenidos en la educación?
En México, el primer paso es saltarse la normatividad, en lo personal me alejo un poco del temario, y reflexiono sobre qué es importante que aprendan de determinada materia. Por ejemplo el temario de Literatura tiene muchos objetivos, pero ninguno indica “que aprendan a disfrutar de los textos literarios” o “que encuentren modelos de conducta o ideología en la literatura”, “que se diviertan leyendo”. Esto, para mí, es mucho más importante que conocer el significado de intradiegético o sujeto poético. ¿Cómo evaluar eso? Preguntando en el examen qué beneficios obtuvieron de realizar tal o cual lectura, si les gustó, qué diferencias hay entre el libro y la película, o verificar la comprensión del texto, en aspectos sutiles que no aparecen en la película. La verdad es que es muy subjetivo, pero las competencias también lo son.
Si rescatamos las propuestas del escrito, podemos añadir que la construcción de proyectos que involucren los planos personal, social, profesional, el proporcionar retroalimentación de calidad, que ayude al estudiante a mejorar y a aprender a aprender del proceso en todos los aspectos.

La séptima pregunta es ¿Cómo lograr un cambio de actitud en los docentes respecto a la evaluación?
Hay una frase que me inspira a ser mejor docente cada día: “I touch the future. I teach.” de Christa McAuliffe. Sólo aquellos docentes de vocación, que están interesados en el desarrollo de sus alumnos, pueden lograr, no sin un esfuerzo considerable, llevar a cabo el cambio.
Es más, la incapacidad generalizada para aceptar el cambio debería ser el filtro para identificar y eliminar a los docentes “cómodos” a los que no les interesa la calidad educativa, ni el desarrollo de sus estudiantes.
Volviendo a la pregunta, creo que si aparecen en el ciberespacio instrumentos medianamente fáciles de utilizar, muchos docentes medianamente motivados estarían dispuestos a aplicarlos y cambiar así el paradigma del docente todólogo y perfecto. Nuevamente salen a relucir las virtudes y valores, pues ese docente deberá ser empático, perseverante, rebelde (para ir en contra de lo establecido “oficialmente”, en fin, alguien que esté dispuesto a remar contra la corriente.
Para terminar este apartado, quiero añadir que la propuesta de la lectura parte del supuesto de estudiantes que desean aprender, pero esto cada vez es menos apegado a la realidad. Desafortunadamente, los jóvenes están desmotivados, las noticias los respaldan, la formación previa en valores es mínima, por lo que la primera función de la escuela, ahora, es procurar motivar a los estudiantes a creer en sí mismos y en la importancia de crecer y realizarse.

Segunda tarea – Opinión de las variables que influyen en el proceso de evaluación
1. La calidad de la relación docente-estudiante. Ya lo hemos comentado en clase. Si el docente tiene el ego inflado, nadie jamás va a merecer ni su respeto ni su admiración (aprecio, aunque sea). En cambio un docente amable, empático, no prejuiciado, podrá aportar mucho más al aprendizaje. (Acabo de leer Tuesdays with Morrie”, que retrata un maestro al que todos sus alumnos amaron).
2. La competencia del docente para orientar la evaluación. Un docente tradicional evaluará de manera tradicional. El docente con enfoque por competencias debe capacitarse y desarrollar la competencia de la evaluación. En la medida que adquiera esta habilidad y la perfeccione, los alumnos serán evaluados de manera coherente con los objetivos planteados. Además se requiere de creatividad y mucha apertura al cambio.
3. La consideración de los logros y aspectos a mejorar en cada alumno. Coincido en que a ciertos alumnos se les puede y debe exigir más, pues ya han desarrollado más algunas competencia, sin embargo en los grupos numerosos es imposible llevarlo a cabo. Creo que se deberían establecer estándares similares, y motivar en lo individual, el logro de metas más elevadas a aquellos que deseen enfrentar retos. Incluso los alumnos “mediocres” podrían crecer más al aceptar retos pensados para estudiantes más avanzados.
4. El análisis de la motivación y las estrategias que cada estudiante tiene para aprender. A menos que haya en el ciberespacio un mecanismo sencillo para detectar esto, me parece imposible lograrlo. Ni los mismos alumnos han desarrollado ese grado de metacognición. Los docentes necesitaríamos un curso para poder orientar a los alumnos a que descubran esto por sí mismos, para que luego nos lo compartan, y eso sólo si desean hacerlo.
5. La forma como la evaluación contribuye al autorreconocimiento y a la construcción de la autoeficiencia y autoestima. Si la evaluación es objetiva e incluye retroalimentación personalizada, sí. La actual evaluación no logra esto.
6. La aportación de la evaluación a la realización personal. Nuevamente, creo que esto sólo se logra con la propuesta del artículo, que a mi parecer está lejos de ser una realidad. Si consideramos que la realización personal es subjetiva y, valga la redundancia, personal, ¿cómo una misma evaluación puede diagnosticar este avance de manera generalizada (más de 20 alumnos). Como siempre, lo que los alumnos quieren es sacar diez, no aprender.


Las mejores películas sobre educación

Definiciones de  cuatro tipos de evaluaciones: del aprendizaje, de competencias, curricular y de desempeño

Evaluación del aprendizaje
Un significado de evaluación del aprendizaje es el que aparece en los diccionarios: la de apreciar, valorar, fijar el valor de una cosa, hecho o fenómeno. Este significado, aparentemente ambiguo, no es casual pero sí insuficiente. Es simplista, pero no reduce su objeto y funciones al acto de otorgar una nota o la de aplicar exámenes.
Las definiciones actuales reconocen, como procesos básicos de la evaluación, la recogida de información y la emisión de un juicio valorativo. Esta definición es criticada, pues no señala la inclusión o no del juicio valorativo y de la toma de decisiones derivadas de la información y valoración que se realizan, así como de la ejecución de esas decisiones y sus resultados, es decir, sólo postula dos procesos, pero no cómo se usan.
Para conceptualizar la evaluación es conveniente hacerlo desde su análisis (de la evaluación) como actividad, pues este análisis debe mostrar la estructura y funciones de la evaluación como objeto o sistema desarrollado y en su génesis y devenir. Así, este análisis no descompone el objeto en elementos constituyentes (destruyéndolo),sino que busca una unidad elemental, simple, que encierre los aspectos esenciales de él y permita una representación auténtica de su estructura y funciones en su conformación y manifestación.
Un segundo autor del tema es Dunia Reyes (2). Ella señala que la evaluación es un componente regulador del Proceso Enseñanza Aprendizaje, a través de ella se produce la retroalimentación del cumplimiento de los objetivos propuestos.
HÉCTOR RIZO MORENO, por su parte, destaca que: “Es esencial recordar que la evaluación ni es el fin del proceso educativo ni es un fin en sí misma.”
Esta afirmación ratifica dos máximas de la evaluación:
• No se enseñan cosas o se plantean actividades de tipo educativo, con propósitos evaluativos sino formativos.
• No se evalúa por evaluar, se evalúa desde una intencionalidad, con un propósito definido y con criterios claros desde los cuales sea posible su contribución a la formación de los estudiantes.
De lo anterior se desprende que en un proceso de enseñanza y aprendizaje la evaluación cumple estas funciones:
• Ayuda a determinar la eficacia y el impacto del proceso de enseñanza y de aprendizaje.
• Le permite al estudiante hacer seguimiento y registrar paso a paso algunos de los avances en el ámbito de la comprensión y de adquisición de habilidades y destrezas, como resultado del estudio del material y de la realización de las actividades de aprendizaje.
• Posibilita el reconocimiento social de lo aprendido como contenidos válidos para asuntos de promoción o de mejoramiento.
Lo anterior enfatiza la responsabilidad de los docentes en cuanto a usar el proceso evaluativo como elemento formativo y como garantes de las competencias y los conocimientos adquiridos por sus estudiantes, e indirectamente le informa a la sociedad que esa persona reúne las condiciones necesarias para desempeñarse competentemente en el mundo profesional.


Evaluación de competencias

Miguel Núñez (4) explica primero las competencias, para luego explicar el porqué de la diferenciación en su evaluación.

En el enfoque de competencias el estudiante asume un rol activo en su propia formación, especialmente en procesos de auto aprendizaje y búsqueda de adquisición de habilidades y mejoras de desempeño. Eso implica que las competencias no siempre son observables de manera objetiva, por lo tanto, hay que inferirlas a través del desempeño o acciones específicas. Por lo tanto, se necesitan  indicadores de logro que muestren que se ha adquirido una competencia. Menciona los portafolios de competencias (evidencias concretas) del estudiante que muestran el desarrollo hábil de una competencia.
En esta perspectiva el estudiante, sin importar el tiempo que le lleve, debe demostrar que han adquirido la competencia dependiendo de factores tales como habilidades previas, motivación, posibilidades tecnológicas, etcétera.


Barberá, Elena (5) también se enfoca en el uso de instrumentos para la evaluación de competencias complejas, reforzando la postura del uso de el portafolio de evidencias para ello, y añade que éste responde a la intención de subsanar algunas de las deficiencias cruciales en los sistemas educativos tradicionales e pues se centra en un en un conocimiento flexible de tipo condicional.

Establecer una cultura del portafolio supone la normalización de la evaluación mediante su inserción natural en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Pero su uso tiene muchas otras implicaciones psicopedagógicas que sobrepasan el ámbito de aplicación del propio instrumento, pues promueve el pensamiento científico y crítico, pues usa evidencias para acompañar una afirmación, considera las posibles consecuencias, muestra explicaciones alternativas y proporciona el espacio para proponer nuevas vías de actuación; potencia la comprensión profunda de hechos y conceptos mediante su análisis y la explicación que de ellos se hace a terceras personas, la justificación de fenómenos sociales acaecidos y la argumentación de perspectivas personales adoptadas.
Lo más sobresaliente de este texto es la identificación del procedimiento cognitivo seguido en la construcción de un portafolio, que sería:
a) comprensión del fenómeno (habilidades de observación, decodificación, análisis y síntesis), b)selección relevante (habilidades de discriminación y valoración),
c)justificación explicativa (habilidades de composición y argumentación),lo cual implica, además, una toma de decisiones reflexiva. Su uso marca un cambio cualitativo importante en el funcionamiento cotidiano en las aulas. Las habilidades metacognitivas llevan al alumno a ser consciente de su propio aprendizaje. Así, el portafolio proporciona unos buenos hábitos cognitivos y sociales a los alumnos. En esta mayor participación en su propio proceso de aprendizaje el alumno también aprende a responsabilizarse de la dirección que toma su educación, del nivel de profundización al que deciden tratar los contenidos y de los logros conseguidos.
La filosofía del portafolio se fundamenta en parámetros relativos a la mejora progresiva, el diálogo crítico, la argumentación y la flexibilidad cognitiva. Lo más importante es determinar claramente los objetivos que se desea conseguir con relación a las competencias que se quieren impulsar y evaluar.
Entendemos que un portafolio no es un instrumento de evaluación sino todo un sistema de evaluación puesto que cuenta con la capacidad de contener otros instrumentos y recursos coordinándolos de una manera idiosincrásica. El portafolio es una colección organizada de trabajos y documentos previamente seleccionados por el alumno y que reflejan su proceso y su rendimiento en relación con unos objetivos de aprendizaje y unos criterios de evaluación preestablecidos.

Quiero señalar que quise diferenciar  la Evaluación de competencias de la evaluación por competencias, tratando de averiguar si hay una diferencia.

Evaluación por competencias

Fernández Tobón (6)
La evaluación es un proceso de medición, acompañamiento y ajuste permanente del proceso docente educativo, es una herramienta fundamental para abordar tres retos: la academia, lo laboral y la cotidianidad.
Desde una clasificación general se reconocen dos enfoques teóricos que desarrollan una visión distinta de la evaluación por competencias: la primera es una tradición teórica que mira la evaluación por competencias como un conocimiento actuado de carácter abstracto, universal e idealizado y la segunda que entiende la evaluación por competencias como la capacidad de realización situada y afectada por y en el contexto en el que se desenvuelve el sujeto.
La evaluación por competencias puede pensarse como la evaluación de capacidades innatas o como la evaluación de habilidades que pueden ser intervenidas desde lo social. Pensar la evaluación por competencias en el proceso de formación integral es adoptar una nueva visión y actitud como docente "se trata de migrar de una mirada causal, coyuntural, artificial y totalmente accidental hacia la construcción y acompañamiento de un proceso” permanente y sistémico. La evaluación por competencias se constituirá en el norte de los procesos educativos, en tanto herramienta que ayuda en la formación de ciudadanos libres de pensamiento, de acción y gestores de su propia educación.
Yoli del Carmen Casanova Quiñones e Iris Esther Cuero Castillo (7)

(Es impresionante la diferencia entre autores incipientes y expertos en el tema. El nivel de profundidad no deja de sorprenderme. Este es claro y directo.)

La evaluación por competencia es una retroalimentación del quehacer pedagógico el cual  nos permite identificar el nivel de aprendizaje de los estudiantes mediante sus actividades de desempeño y problemas pertinentes. En este tipo de evaluación hay que tener claro para qué se evalúa, para quién se evalúa, por qué se evalúa y cómo es la evaluación.
La evaluación por competencias está relacionada cualitativa y cuantitativamente ya que en lo cualitativo se busca los logros que permiten identificar el nivel de desarrollo que tiene el estudiante.
LA EVALUACIÓN CON BASE EN COMPETENCIAS:

1) Se orienta a evaluar las competencias en los estudiantes teniendo como referencia el desempeño de éstos ante las actividades y problemas del contexto profesional, social, disciplinar e investigativo (producto integrador)
2) Toma como referencia evidencia e indicadores, buscando determinar el grado de desarrollo de tales competencias en tres dimensiones (afectivo-motivacional, cognoscitiva y actuacional).
3) Brinda retroalimentación en torno a fortalezas y aspectos a mejorar, por eso siempre tiene carácter formativo, debe ser participativa, reflexiva y crítica (de ahí el valor de los proceso de autorregulación y de la evaluación en diferentes momentos de la secuencia didáctica)
4) Aún cuando la evaluación se hace con fines de promoción y certificación allí debe tenerse presente la discusión con los estudiantes y la posibilidad de revisarla para que se ajuste a las evidencias del proceso y de los aprendizajes obtenidos, siempre teniendo como referencia los indicadores previamente concertados en el proceso de normalización
5) La evaluación con base en competencias es un proceso que implica:
 - Definir con exactitud las competencias a evaluar con sus respectivas dimensiones,
- construir los indicadores para evaluar las competencias de forma integral con criterios académicos y profesionales,
- definir el tipo de evidencias que se deben presentar para llevar a cabo la evaluación,
- establecer las estrategias e instrumentos con los cuales se llevará a cabo la evaluación,
- analizar la información con base en los indicadores,
- determinar fortalezas y aspectos a mejorar,
- retroalimentar de forma oportuna a los estudiantes y
- generar un espacio de reflexión en ellos tanto sobre el proceso como en torno a los resultados de la evaluación, con la posibilidad de cambiar los resultados de acuerdo a los argumentos que ellos presenten.

De forma resumida podemos plantear que la evaluación por competencias tiene las siguientes características:
 1) Es un proceso dinámico y multidimensional que realizan los diferentes agentes educativos implicados (docentes, estudiantes, institución y la propia sociedad).
2) Tiene en cuenta tanto el proceso como los resultados de aprendizaje.
3) Ofrece resultados de retroalimentación tanto cuantitativa como cualitativa
4) Tiene como horizonte servir al proyecto ético de vida (necesidades y fines, etc.) de los estudiantes.
5) Reconoce las potencialidades, las inteligencias múltiples y la zona de desarrollo próximo de cada estudiante.
 6) Se basa en criterios objetivos y evidencias consensuadas socialmente, reconociendo además la dimensión subjetiva que siempre hay en todo proceso de evaluación.
7) Se vincula con la mejora de la calidad de la educación ya que se trata de un instrumento que retroalimenta sobre el nivel de adquisición y dominio de las competencias y además informa sobre las acciones necesarias para superar las deficiencias en las mismas.
Evaluación curricular

Angel DíazBarriga (8)

Actualmente existen dos perspectivas: el currículo como planes de estudio, también llamado curriculum formal, y el currículo como conjunto de experiencias, sea lo que se suele denominar curriculum vivido o curriculum como práctica, así como los desarrollos del currículo oculto. La evaluación curricular, hoy en día presenta una estrecha vinculación con la perspectiva de planes y programas de estudio, e ignora otra perspectiva.

Para tener una mejor comprensión de los puntos donde se pueden encontrar semejanzas y diferencias en los procesos de evaluación que emanan de ambas perspectivas conviene dilucidar algunos elementos

 ELEMENTOS DE COMPARACIÓN ENTRE LA EVALUACIÓN CURRICULAR Y LA ACREDITACIÓN DE PROGRAMAS

Evaluación curricular
Evaluación para acreditar programas educativos
Antecedentes
Tiene un claro tránsito de evaluación del aprendizaje a evaluación de un plan de estudios (de Tyler 1949 a Lewy 1976)

Conformación inicial como disciplina en los años setenta
Primeros organismos acreditadores 1885
Primer ejercicio de acreditación institucional 1925
En la actualidad más de 60 organismos acreditadores en los EEUU
Conceptualización
Dos posiciones evaluación de todo el plan de estudios y los programas, o bien, evaluación de un segmento del currículo
Dos concepciones como tarea técnica o como actividad de investigación
Evaluación de todos los elementos que guardan relación con un programa educativo
Concebida como llenar un autoinforme (con muchos indicadores formales)
Visita de evaluadores externos para confirmar y completar indicadores
Informe a los responsables del programa
Manejo de los resultados de la evaluación

Actividad técnica: informe para responsables del programa Actividad investigación: informe como insumo para una discusión entre la comunidad
Libertad de la autoridad educativa para manejar de manera discrecional o abierta el informe
Modalidades
Evaluación interna y externa
Autoevaluación y evaluación externa
Elementos de evaluación interna

Análisis de los fundamentos del plan de estudios (análisis del modelo curricular)
Análisis de la selección y organización del contenido (coherencia entre todos los programas que integran el plan de estudios) Análisis de las situaciones de enseñanza
Análisis de los sistemas de evaluación
 Fundamentalmente los que se conciben en el formato que cada organismo entrega para la autoevaluación

Elementos de evaluación externa

Estudio de egresados, estudios de trayectorias, estudios de práctica profesional
Estudios de mercado ocupacional
Análisis de los temas de frontera, de la revolución científico tecnológica, así como de los temas básicos que estructuran la disciplina o campo profesional
Visita de los evaluadores, realización de entrevistas de acuerdo a un formato establecido
Elaboración de un informe de evaluación (entrega del mismo a las autoridades de la institución)

CUADRO 1 Ángel Díaz Barriga

Añade tres aspectos importantes de la evaluación curricular
a) Evaluación de todo el plan de estudios o sólo de una parte del mismo
b) La concepción de la evaluación como una actividad técnica o como una investigación en el ámbito de las ciencias sociales
c) La finalidad de la evaluación: tomar decisiones o ofrecer elementos de comprehensividad del fenómeno educativo










Me parece clarificador el cuadro de evaluación curricular desarrollado por Díaz Barriga, que incluyo a continuación:

EVALUACIÓN DEL CURRÍCULUM
Evaluación interna

Estructura y organización del plan curricular
Fundamentos y contexto
Histórico, social, institucional , científico y profesional
Vigencia
Actualidad en relación con sus fundamentos y cambio en el conocimiento científico y disciplinas que lo sustentan.
Relación con los cambios sociales y económicos.
Congruencia
Equilibrio entre fundamentos, objetivos, asignaturas, módulos, contenidos, actividades)
Continuidad e integración
En términos de estructura
Viabilidad
Recursos y materiales existentes
Sentido y significado lógico y
epistemológico
Teorías y paradigmas explicativos predominantes
Potencial
Habilidades, conocimientos y actitudes que resalta
Interés
Problemas que se plantean
Condicionalidad
Factores de éxito o fracaso
Elucidación
Papel innovador
Presupuestos del currículum formal

En cuanto a capacidades cognoscitivas y nivel de desempeño (al ingreso, durante y al egreso)
Actitudes, valores, ideología y
principios éticos

Explícitos o implícitos

Metacurrículum
Destrezas académicas, hábitos de estudio, estrategias de
búsqueda y análisis crítico de la información,
habilidades de planteamiento y solución de problemas
Operatividad
Aspectos académicos, administrativos y económicos
Rendimiento académico y factores asociados a éste
Estudios demográficos
Índices de acreditación, número de reprobados, de desertores, total de titulados, promedios académicos, recuperación. etc.
Perfil y labor del docente
Relación docente-alumno
Condiciones laborales, práctica y formación
Rendimiento académico
conforme a áreas, módulos o
asignaturas

Detectar materias #cuello de botella”, jerarquía e importancia de los diversos contenidos, operatividad de las secuencias longitudinales y transversales
Rendimiento académico y
proceso instruccionales

Evaluación de contenidos específicos, procedimientos y
materiales instruccionales, dinámica del aprendizaje escolar, escenarios educativos, actividades y productos de la enseñanza y el aprendizaje
Rendimiento académico y
perfil psicológico y social del
alumno
Estilos cognoscitivos, desarrollo intelectual, destrezas académicas, comprensión del lenguaje, motivación, creatividad, personalidad, conciencia social y pensamiento crítico, procesos de grupo y aprendizaje
Evaluación externa
Análisis de egresados y funciones profesionales
Prácticas profesionales de los egresados
Utilidad que reportan empleadores de los servicios profesionales, prácticas profesionales emergentes, vigentes y decadentes. Condiciones y escenarios donde se ejerce una práctica profesional
Análisis de egresados y mercados de trabajo
Tipos, áreas y sectores donde están insertos los egresados.
Índices de empleo subempleo y desempleo
Análisis de funciones del egresado en la
solución de necesidades sociales

Vínculo entre la institución educativa y profesionales egresados con el sistema social y las necesidades concretas de los sectores mayoritarios de la población.
CUADRO 2. Adaptado de: Díaz Barriga Arceo, F. (1993) Diseño curricular II. ILCE, México, 1993 pp. 102

Después de esta exposición, me resultó muy difícil encontrar información que fuera relevante. Compárese la evaluación de ¿estudiantes? queriendo entender a Frida Díaz Barriga.

Evaluación Curricular (9) :Es el seguimiento continuo sistemático que se le hace al objeto de evaluación curricular seleccionado, para identificar los logros y las dificultades presentadas en el proceso y poder tomar decisiones que lleven a un mejoramiento de la calidad educativa.

Según Rosa Ilba Serpa Naya :Es el proceso donde se evalúan los logros y dificultades que se han obtenido durante el proceso de aprendizaje.
Creo que no se tomó la molestia de entender el tema.


EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO
Este tema prácticamente no aparece en Google Académico, pues sólo aparecen anuncios que ofrecen el servicio. Recurrí a fuentes no autorizadas, que aparentemente entienden el concepto.
El rincón del vago(10) Es un procedimiento estructural y sistemático para medir, evaluar e influir sobre los atributos, comportamientos y resultados relacionados con el trabajo, así como el grado de absentismo, con el fin de descubrir en qué medida es productivo el empleado y si podrá mejorar su rendimiento futuro.

La evaluación del desempeño en la administración de los recursos humanos (11)
Definición: evaluar involucra estimar el valor que tiene, ya sea una cosa (su calidad, su peso, etc.) o una persona (sus aptitudes, sus acciones, etc.), así, la evaluación del desempeño es la forma más usada para estimar o apreciar el desenvolvimiento del individuo en el cargo y su potencial de desarrollo… con base en políticas y procedimientos bien definidos; es un procedimiento de supervisión destinado a mejorar la actuación del empleado en el trabajo, para lograr operaciones más efectivas, eficaces y económica.
En pocas palabras, la evaluación del desempeño puede definirse como el procedimiento mediante el cual se califica la actuación del empleado teniendo en cuenta el conocimiento y el desempeño en el cargo.

Mikel Gorriti Bontigui (12) hace una aportación seria, pero no encontré un aspecto académico para el tema, salvo el tema de la evaluación de desempeño docente.
Todas las definiciones de evaluación de desempeño tienen en común la concepción conductual o comportamental de lo que se evalúa, la relevancia para la organización en la que se hace y que dicha conducta está bajo el control del ejecutor.
Así, la Evaluación del Desempeño (ED) es el proceso mediante el que se mide y valora un comportamiento organizacional relevante, bajo el dominio del propio ejecutor o del grupo objeto de evaluación.
En cuanto a los criterios para saber si una ED es válida, este juicio se debe de hacer en función de los siguientes criterios:
Relevancia: Si lo que se está midiendo, realmente, es un comportamiento importante para la organización en el sentido de que una mala ejecución u omisión, tiene consecuencias graves para ella.
Fiabilidad: si la medida utilizada es consistente, estable o, sistemáticamente, distintos evaluadores evalúan de igual manera al mismo/a trabajador/a en el mismo comportamiento y para el mismo periodo de tiempo.
Discriminación: Si permite que los evaluados se ordenen en función de la medida. La medida genera variabilidad. No valen las medidas que no diferencian a los/as trabajadores/as.
Practicidad: Definida en función de sus posibilidades de medida: claridad en la definición de lo que se mide, costo, tiempo, etc.

Comentario:
La evaluación del desempeño está ligada a cómo se desenvuelve una persona en determinado puesto laboral,y la gran diferenciación que se hace es entre un empleado (global) y un docente.

Si me piden una síntesis general, yo diría:
Evaluación del aprendizaje: como sé si un estudiante ha adquirido los conocimientos y cómo ha cambiado su conducta a partir de sus nuevos conocimientos.
Evaluación de competencias: cómo identificar si un estudiante ha adquirido nuevos conocimientos, habilidades y actitudes que lo capacitan para desempeñarse en un ámbito de la vida real, es decir, si sabe aplicar lo que aprendió.
Evaluación curricular: analizar todo un programa de estudios y ver cómo están relacionadas entre sí cada una de las materias que lo constituyen y cómo “produce” un egresado competente o capacitado.
Finalmente, la evaluación de desempeño me indica (a posteriori) si el aprendizaje, competencias y programa curricular fueron los adecuados, cuando el estudiante ya ocupa un puesto en el mercado laboral o si se desempeña como docente.

Referencias
1. GONZALEZ PEREZ, Miriam. La evaluación del aprendizaje: tendencias y reflexión crítica. Educ Med Super [online]. 2001, vol.15, n.1 [citado  2013-12-05], pp. 85-96 . Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412001000100010&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0864-2141.
2. REYES HERNANDEZ, Dunia et al. Caracterización del Encuentro Docente durante la evaluación del aprendizaje en la asignatura Morfofisiología Humana II. Educ Med Super [online]. 2013, vol.27, n.1 [citado  2013-12-05], pp. 25-30 . Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412013000100004&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0864-2141.
3. RIZO MORENO, Héctor. Evaluación del aprendizaje, en El Hombre y la Máquina No. 23 • Jul.- Dic. 2004
4.  NUÑEZ, Miguel, Evaluación de competencias, en   educación y formación,   apoyo al estudio. Publicado en  Abr, 03 2011,actualizado en Jul, 03 2013 http://suite101.net/article/evaluacion-de-competencias-a47160
5. BARBERÁ, Elena, La evaluación de competencias complejas: La práctica del portafolio, en EDUCERE • Artículos arbitrados• ISSN: 1316 - 4910 • Año 9, Nº 31 • octubre - noviembre - diciembre 2005 • 497 – 503
6. FERNÁNDEZ TOBÓN, José L. y  QUIROZ POSADA, Ruth E.,  Evaluación por competencias, en http://www.buenastareas.com/ensayos/Evaluacion-Por-Competencias/418480.html
7.CASANOVA QUIÑONES, Yoli del Carmen, CUERO CASTILLO, Iris E.  Evaluación por competencias, http://simposioevaluacion.udenar.edu.co/wp-content/uploads/2013/04/EVALUACION-POR-COMPETENCIAS.pdf
8. DIAZ BARRIGA, Ángel, Evaluación curricular y evaluación de programas con fines de acreditación. Cercanías y desencuentros http://www.angeldiazbarriga.com/ponencias/conferencia_cnie2005.pdf
12. GORRITI BONTIGUI, Mikel, La evaluación del desempeño: Concepto,criterios y Métodos,en
Nuevos enfoques de la gestión de RHH en las Administraciones Públicas